miércoles, 25 de noviembre de 2009

Industria en América Latina

La industria en nuestra región es una industria de temprana edad, ya que Latinoamerica siempre se caracterizo por ser productora de materias primas y no por ser una potencia industrial. Dentro de este contexto, a partir de la década de 1930, se inicia la denominada "Industrialización por sustitución de importaciones", que se focaliza en el desarrollo de la industria livina de bienes de consumo como electrodomésticos, textiles, etc. 

Estas industrias impulsadas por el Estado, bajo políticas proteccionistas, se localizaron en las áreas urbanas que ofrecían los mejores y mas amplio mercados.

Este modelo de industrialización permitio un cierto crecimiento de la industria nacional, pero provoco nuevos problemas como son:

  • Concentración espacial de los capitales, infraestructura, población, empleo, servicios, en las grandes ciudades.
  • Dependencia tenológica y financiera.
  • La depresión en la producción, producto de la crisis económica trajo como consecuencia una crisis socioeconómica.
  • El duro proteccionismo no permitio el desarrollo optimo de los bienes de capital (Falta de competitividad de las empresas).
  • Endeudamiento del Estado.

martes, 24 de noviembre de 2009

INDUSTRIA EN AMÉRICA

Lo que caracteriza  a nuestro continente es el desigual desarrollo del sector industrial, tanto en América del Norte como en América Latina.

Ambas regiones, con niveles diferentes desarrollo industrial y características especificas, mantienen la concentración espacial de las industrial en las principales áreas urbanas, con todo lo que eso implica; transformando al resto del territorio en una periferia industrial.

América del Norte esta caracterizada por su gran potencial industrial. Estructurada a partir de los Cinturones que integran su territorio: Siendo el más antiguo e importante el Cinturón Manufacturero del Nordeste, que comprende la Industrial textil, en la zona de los Apalachas la Industria Siderurgica; en la zona de los Grandes Lagos la Industria Automotriz y Naval.

Es clara la existencia de un desequilibrio regional, que se intenta revertir a partir de la década de los 70, con políticas de reorientación y transformación industrial. que tenían como objetivo lograr un equilibrio en la distribución de la inversión, población y del empleo.

Así surgen nuevos polos industriales como: Golfo de México, Texas con la Industria Aeroespacial y Militar, el Cinturón de la Nieve, entre otros.

Dentro de esta transformación podemos mencionar el surgimiento de California, como nuevo polo industrial y tecnológico, con el denominado Silicon Valley, dedicada al la industria informatica y elementos eléctronicos.





Se arma América Latina
En el ultimo tiempo, se asiste a el rearme de América, como consecuencia de un superavit fiscal producto de los ingreso por petroleo y derivados, tal es el caso de Venezuela, Ecuador y Brasil, etc y por supuesto como consecuencia directa del Plan Colombia y la introdución de bases militares, en dicho país.
Existe la creencia que cuando un país se arma, su vecino hace lo mismo por la inquietud que genera el rearme del primero, y de esta manera se va proliferando en esta cuestión.
Por otro lado muchos paises expresan que no seria un rearme real, sino que má bien se están comprando armas o equipos para reemplazar el mismo ya obsoleto.
Cada caso es particular y es muy poco probable que las autoridades de cada país diga la verdadera intención de su compra de armamento.
Procesos de Integración en América
Pudimos observa en varios de los texto que fueron analizados en la catedra, las variantes de procesos de integración a lo largo del continente americano se vienen gestando desde la decada de los 60, con menor o mayor exito o eficacia. Hoy la realidad de estos procesos nos muestra la nueva territorialidad, en donde los fronteras y aduanas se hacen mas permeables dentro del bloque pero en donde ningun pais acuerda las pautas a seguir en cuanto a la seguridad nacional y en lo relacionado a la militarización.
Los procesos de integración se fueron sucediendo por la ola globalizadora, que llevó a los paises a buscar dentro de los bloques regionales una alternativa para comerciar con el resto del mundo que por otro lado tambien se integran.

jueves, 29 de octubre de 2009

EE.UU.: pobreza y desigualdad. Mariana Martínez. Columnista, BBC Mundo

Al caminar por las calles de la pequeña Haití, un barrio ubicado en el corazón de Miami, Florida, y poblado mayormente por inmigrantes haitianos, es posible enfrentarse cara a cara con la pobreza.
Casas precarias y de paredes descoloridas, cuyo deterioro desafía a los constantes huracanes e inundaciones que sufre la ciudad continuamente; niños y adultos deambulando por las calles, y tiendas con anuncios en creole, son el común denominador de la zona.
Paradójicamente, alcanza con caminar un par de cuadras para enterarse que el barrio colinda con otro, Coconut Grove, donde la prosperidad y la riqueza emanan de los escaparates de las tiendas, los yates y las grandes propiedades.
Pero este contraste entre dos mundos tan diferentes no sólo ocurre en Miami. Es posible observarlo en casi todos los estados. De hecho, los pobres en Estados Unidos suman 37 millones y representan un 12.6% (apenas una décima por debajo de 2004) del total de la población del país, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
La cifra sorprende si se piensa que EE.UU. es una potencia económica mundial, con un ingreso familiar medio de US$ 46.300 anuales y séptimo en el ranking del índice de desarrollo humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lo que lo ubica entre los mejores lugares del planeta para vivir y prosperar.
Y más aún cuando cientos de personas provenientes de diferentes regiones del planeta, pierden la vida diariamente al intentar cruzar la frontera con el único objetivo de buscar un trabajo que los haga progresar.
Pobreza "disfrazada"
No se pude negar, sin embargo, que la pobreza en Estados Unidos es bastante diferente a la que se puede observar en las calles de cualquier ciudad de Latinoamérica o en algún pueblito perdido en África o Asia. La pobreza en Estados Unidos existe pero está "disfrazada".
Es difícil imaginar a un pobre en Latinoamérica viviendo en su casa con aire acondicionado o calefacción central, mucho más con un auto, aunque sea un modelo de hace 30 años atrás, estacionado en la acera.
En Estados Unidos, una persona puede contar con todos esos "lujos" pero seguir siendo pobre. Después de todo, puede no tener trabajo, o no poder cubrir sus gastos de educación y/o la salud, ni tener casa propia, ni cuenta en el banco. En pocas palabras, los pilares del sueño americano de prosperidad y desarrollo.
AGROCOMBUSTIBLES Y DESARROLLO SOSTENIBLE EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE SITUACION, DESAFIOS Y OPCIONES DE ACCION
Gerardo Hont y Eduardo Gudynas los autores, del presente texto, son investigadores en el Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES).Honty se especializa en temas de energía y cambio climático; Gudynas aborda la temática de la sustentabilidad y el desarrollo rural.
En la presente revisión se ofrece un diagnóstico resumido sobre la situación de los agrocombustibles en América Latina y el Caribe en la perspectiva del desarrollo sostenible. Se enumeran tanto sus potenciales ventajas como sus probables impactos económicos, sociales y ambientales. Finalmente se comentan algunas tareas claves que pueden servir de base de planes de acción, tanto gubernamentales como para la sociedad civil.

La obtención de combustibles a partir de diferentes tipos de biomasa, y en especial cultivos, ha sido explorada por mucho tiempo. En los últimos años la atención en esos productos ha aumentado notablemente debido a varios factores, tales como las alzas en el precio de los hidrocarburos que han obligado a buscar fuentes de energía substitutivas, y las esperanzas en que permitirán reducir los impactos ambientales del cambio climático.
De esta manera, estos combustibles alternativos generan mucha expectativa en América Latina y el Caribe, tanto a nivel de gobiernos, como empresarios, productores y la opinión pública en general. Los periódicos del continente regularmente publican noticias sobre ese tema, aparecen nuevos análisis técnicos, y están en marcha varias negociaciones comerciales entre distintos países. Mientras algunos apuestan a la producción y exportación de esos nuevos combustibles, otros han alertado sobre sus impactos negativos.

Es importante advertir que en la presente revisión se utilizará el término “agrocombustibles” en lugar del término más usual de “biocombustibles”. Si bien las razones para aplicar esa palabra se explican con detalle más abajo, se puede adelantar que deseamos subrayar que la actual generación de biocombustibles se basa esencialmente en cultivos.
El uso del término “biocombustibles” opaca esa dimensión agrícola, pero que en el caso de América Latina y el Caribe revisten la mayor importancia y tiene implicancias claves para el desarrollo sostenible. Otras fuentes de bioenergía, como leña y carbón, no son abordadas en el presente reporte.
El creciente interés en combustibles obtenidos a partir de cultivos agrícolas se debe a varios factores, como la inestabilidad del mercado petrolero, la demanda por energía y las presiones internacionales para abordar los problemas del cambio climático. Para los países latinoamericanos –sobre todo aquellos que carecen o son deficitarios en recursos fósiles- la alternativa de este “petróleo verde” puede ser una llave para reducir sus grados de dependencia externa y el déficit de la balanza comercial. Sin embargo, varios países especulan con la exportación hacia fuera de la región, y por lo tanto la presión sobre el ambiente se incrementaría notablemente. Si bien los agrocombustibles pueden ofrecer una serie de ventajas como combustibles renovables, muchas señales de alerta están comenzando a surgir desde distintos ámbitos de la sociedad, la academia y los sectores productivos. Los impactos ambientales de los monocultivos, la competencia con la producción de alimentos y el “balance energético” son algunos de los temas que se debaten en estos días en todo el mundo y también en América Latina, y que se exploran en el presente documento.
Breve diagnóstico regional En América Latina y el Caribe se producen agrocombustibles por lo menos en diez países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Perú. Por lo menos cuatro países exportan agrocombustibles a partir de sus propios cultivos (Brasil es el mayor exportador; hay ventas menores desde Bolivia y Guatemala, y Argentina acaba de iniciar esa comercialización).
Existen programas en marcha en casi todos los países y por lo tanto la lista de productores se encuentra en continuo aumento. Además, algunos países centroamericanos y caribeños importan etanol hidratado para procesarlo, y exportarlo hacia otros destinos.

Monsanto y los OGM

Un filme que denuncia al gigante de transgénicos

El documental "El Mundo según Monsanto", difundido el martes por la televisión francoalemana Arte, traza la historia del principal fabricante de organismos genéticamente modificados (OGM), cuyos granos de soja, maíz y algodón se propagan por el mundo pese a las alertas ecologistas.
El documental señala los peligros resultantes del crecimiento exponencial de los cultivos de transgénicos, que en 2007 cubrían 100 millones de hectáreas, con propiedades genéticas patentadas en un 90% por Monsanto. La investigación, de tres años, se basó en miles de documentos oficiales, publicaciones científicas y artículos encontrados en Google. en fin...esto es lo que comemo muchahoooos
La directora, la francesa Marie-Monique Robin, centró su película -y un libro del mismo título- en la empresa de Saint-Louis (Misuri, EEUU), que en más de un siglo de existencia fue fabricante del PCB (piraleno), del agente naranja usado como herbicida en la guerra de Vietnam y de hormonas de incremento de la producción láctea prohibidas en Europa.

El documental señala los peligros resultantes del crecimiento exponencial de los cultivos de transgénicos, que en 2007 cubrían 100 millones de hectáreas, con propiedades genéticas patentadas en un 90% por Monsanto. La investigación, de tres años, se basó en miles de documentos oficiales, publicaciones científicas y artículos encontrados en Google.
La pesquisa la llevó a Estados Unidos y países como India, Paraguay, Brasil o México, cotejando las virtudes proclamadas de los OGM con realidades que a menudo son las de campesinos hundidos por las deudas con la multinacional, las de personas que sufren problemas de salud a proximidad de las plantaciones o las de variedades originales de granos amenazadas por las especies transgénicas.
James Maryanski, ex coordinador de biotecnologías de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de Estados Unidos, reconoce que la autorización de comercialización de los OGM en 1992 fue "política", dado que la cuestión estaba todavía en plena discusión.
Monsanto tiene la patente de los OGM "Roundup Ready", resistentes a ese potente herbicida que contaminaría entretanto cultivos de plantas comestibles a proximidad.
Robin relató en entrevistas divulgadas por la promoción de la película que trató en vano de obtener respuestas de Monsanto a todos esos interrogantes, pero que la compañía decidió "no avalar" su película. Optó entonces por basarse en centenares de documentos, conferencias y declaraciones de la empresa, e ir a verificar in situ si las cosas eran tan idílicas como el lema de la compañía, "Alimento, Salud, Esperanza", lo daban a entender.
Un capítulo del libro, titulado "Paraguay, Brasil, Argentina: la República unida de la soja", relata el ingreso de ese cultivo en esos países, que figuran hoy entre los mayores productores del mundo, a través de una política de hechos consumados que obligó a las autoridades de Paraguay y Brasil a legalizar centenares de hectáreas plantadas con granos contrabandeados.
La legalización benefició obviamente a Monsanto, que pudo cobrar así las royalties por su producto. "No se trata de una película o un libro contra los OGM, sino de una pieza importante del dossier" sobre el tema, declaró el líder ecologista Nicolas Hulot, una de las personalidades más respetadas de Francia. Marie-Monique Robin es una prestigiosa periodista independiente, que en 2004 realizó un documental sobre el Plan Cóndor de eliminación de disidentes políticos en Sudamérica -"Escuadrones de la Muerte: La Escuela Francesa"- para el cual entrevistó con cámara oculta a varios de los máximos represores de las dictaduras militares de los años 70.

Trabajo Plan Puebla Panamá

El Plan Puebla – Panamá
Entre la utopía del desarrollo y la realidad del subdesarrollo.

Abstrac
En el año 2001 se declara oficialmente el Plan Puebla-Panamá, es declarado por sus autores como un plan integral para el desarrollo de Mesoamérica, pero mas allá de las gigantescas inversiones que este Plan representa, existe una realidad en un contexto de pobreza y atraso que no fue considerada a la hora de elaborar ente megaproyecto de integración regional. Conceptualmente podemos definirlo como un “Corredores de Desarrollo”, que son vistas como rutas de desarrollo estratégicas de varios kilómetros de ancho en las que se emplazan zonas de producción intensiva, de extracción de recursos naturales, de medios de comunicación, etc. Así podemos visualizar que este desarrollo no es tal para la región sino que esta planteado a partir de las necesidades del capital transnacional por medio de Tratados de libre comercio que buscan firmar con los gobiernos
Para el desarrollo de este trabajo, primero hacemos referencia a las características físicas de Mesoamérica y su riqueza en recursos naturales, que la convierten en estratégica para los Estados Unidos. Planteamos nuestras hipótesis con su respectivo desarrollo y conclusiones.
El objetivo de este trabajo es replantearnos los verdaderos motivos que impulsan el Plan Puebla-Panamá, el papel que juega México, y que este desarrollo no va de la mano con el atraso y subdesarrollo que en la realidad experimentan los países de Mesoamérica.

viernes, 31 de julio de 2009

WebQuest

"La pobreza en América Latina es una pobreza en medio de la riqueza"







Introducción-----Tarea-----Proceso-----Recursos-----Evaluación------Conclusión-----Créditos
Introducción
Antes de entrar en detalles, convengamos en que, contrariamente a la visión apocalíptica de muchos latinoamericanos, según la cual la globalización está aumentando la pobreza, lo que está ocurriendo a nivel mundial es precisamente lo contrario. La pobreza en el mundo —si bien continúa a niveles intolerables— ha caído dramáticamente en los últimos años en todos lados, menos en América latina. La globalización, lejos de aumentar el porcentaje de pobres en el mundo, ha ayudado a reducirlo drásticamente: tan sólo en los últimos veinte años, el porcentaje de gente que vive en extrema pobreza en todo el mundo —con menos de 1 dólar diario— cayó del 40 al 21 por ciento. Y la pobreza genérica —el número de gente que vive con menos de 2 dólares por día— a nivel mundial ha caído también, aunque no tan dramáticamente: pasó del 66 por ciento de la población mundial en 1981, al 52 por ciento en 2001. De manera que, en general, el mundo está avanzando, aunque no tan rápidamente como muchos quisiéramos.
Pero, lamentablemente para los latinoamericanos, casi toda la reducción de la pobreza se está dando en China, India, Taiwan, Singapur, Vietnam y los demás países del Este y Sur asiático, donde vive la mayor parte de la población mundial. ¿Por qué les va tanto mejor a los asiáticos que a los latinoamericanos? En gran parte, porque están atrayendo muchas más inversiones productivas que América latina. Hace décadas, los países asiáticos recibían sólo el 45 por ciento del total al de las inversiones que iban al mundo en vías de desarrollo. Hoy en a, el porcentaje de inversión en Asia ha subido al 63 por ciento, según las Naciones Unidas. Y en América latina el fenómeno a la inversa: las inversiones han caído dramáticamente. Mientras países latinoamericanos recibían el 55 por ciento de todas las invernes del mundo en desarrollo hace tres décadas, actualmente sólo reciben el 37 por ciento.

Tarea
A través de esta WebQuest queremos invitarlos a que reflexionen críticamente acerca de los conceptos de Pobreza y Desigualdad, con la finalidad de elaborar sus propias definiciones, de manera que se planteen desafíos personales que los lleven a construir una Cultura de la crítica.
Para lograr lo anterior les pedimos que contesten las siguientes interrogantes:
· A partir de los textos leídos, plantea dos comentarios críticos sobre el concepto de Pobreza y desigualdad en América Latina.
Es correcto hablar de Desigualdad en América latina
¿Cuáles serían las principales injusticias del mundo actual?. Justifica.
Explicar la siguiente afirmación; “En el mundo hay cada vez menos pobres”
Elaboren una propuesta que permita generar las condiciones para avanzar hacia una Cultura más justa y redistributiva.
El trabajo debe ser redactado en Word, letra Tahoma, tamaño 12, espacio simple, hoja carta. La estructura del trabajo debe contener:
Título.
Introducción: Propósitos y Objetivos.
Desarrollo.
Redacción y ortografía.
El documento Word se debe enviar a la dirección que el profesor les ha indicado.
Proceso
Para realizar el trabajo debes seguir los siguientes pasos:
· CONSTITUCIÓN DEL GRUPO: Se organizan en grupos de cuatro personas.
· REPARTO DE TAREAS: Cada uno se hará cargo de buscar, reflexionar y sistematizar la información pertinente.
· BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN: Cada miembro del grupo buscará la información de las tareas asignadas por el grupo. Esta información irá siendo recogida de forma ordenada para su posterior elaboración.
· PUESTA EN COMÚN DE LOS RESULTADOS DE LA BÚSQUEDA: Los miembros del grupo expondrán los resultados de su búsqueda particular, decidiendo de forma conjunta qué información (tanto gráfica como textual) pasará a formar parte del trabajo y cuál se desecha.
· CONFECCIÓN FINAL DEL TRABAJO: Siguiendo lo indicado en la TAREA se confeccionará el trabajo utilizando Word.
Recursos
http://www.portalplanetasedna.com.ar/pobreza_latina.htm
www.revistafuturos.info/futuros_8/pobreza1.htm
www.americaeconomica.com/.../norma241.htm
www.crop.org/.../000090-CP-CLACSO-CROP-DESCOLIMAOCT2008SPANISH.pdf -

Evaluación: Trabajo Reflexión
Queremos evaluar tu participación, compromiso y responsabilidad con el grupo por medio de una evaluación Acumulativa. Las pautas con la cual serás evaluado la puedes ver al final de la WebQuest.

Conclusión
Al finalizar el tema los jóvenes habrán hecho una reflexión sobre los conceptos de JUSTICIA Y SOLIDARIAD que la Doctrina Social de la Iglesia plantea, para reconocer en ellos los valores del evangelio que permitan construir una sociedad más justa y solidaria. El trabajo les permitirá elaborar una propuesta que tenga como finalidad generar las condiciones para construir una sociedad más solidaria.

Créditos
Webquest creada para alumno del profesorado de Geografía del 4° año del ISFDN° 54
Mayer Maximiliano, Rejas Karen, Rojas Marcelo, Pedrozo Marcela

Florencio Varela, julio 2009
E-mail:
Nombre
Dirección
Mayer Maximiliano
mayer355@hotmail.com
Rejas Karen
Karengospel24@hotmail.com
Pedrozo Marcela
Rojas Marcelo

BARRIOS CERRADOS Y SEGREGACIÓN SOCIAL URBANA

Barrios cerrados y segregación social urbana (Resumen)
La aparición de barrios cerrados constituye un fenómeno urbano que ha tomado gran relevancia en las últimas décadas en diversos países. El origen de los barrios cerrados está asociado a diversas causas, siendo la violencia urbana y la inseguridad las más importantes en la actualidad. Sin embargo, para lograr una visión más acabada de este fenómeno es importante considerar no sólo las causas que dieron origen a estos emprendimientos urbanos, sino también las consecuencias, principalmente en términos del tejido social y del proceso de segregación social urbana que está implícito en su desarrollo.
Palabras clave: barrios cerrados, segregación social urbana, inseguridad urbana.
La aparición de barrios cerrados constituye un fenómeno urbano que ha tomado gran relevancia en las últimas décadas en diversos países. Tal es el caso de los países de América Latina, donde estos nuevos emprendimientos se encuentran muy relacionados con un proceso de polarización social que se torna cada vez más evidente.
El origen de los barrios cerrados está asociado a diversas causas, siendo la violencia y la inseguridad urbana las más importantes en la actualidad. Sin embargo, para lograr una visión más acabada de este fenómeno es importante considerar no sólo las causas que dieron origen a estos emprendimientos urbanos, sino también las consecuencias, principalmente en términos del tejido social y del proceso de segregación social urbana que está implícito en su desarrollo.
El presente trabajo busca echar luz sobre las características que distinguen a los barrios cerrados como fenómeno residencial emergente para los sectores medios-altos y altos de la sociedad. Asimismo, se los analiza dentro del marco del proceso de segregación y fragmentación de la ciudad.
Finalmente, se analiza lo ocurrido en Argentina, específicamente en el Área Metropolitana de Mendoza, donde los barrios cerrados se han multiplicado en los últimos años dando respuesta a una demanda de mayor seguridad por parte de grupos sociales medios y medio-altos.
Conceptualización de los barrios cerrados
Los barrios cerrados[1] son áreas residenciales cerradas por muros y barreras que cuentan con vigilancia las 24 horas del día. Los dispositivos de seguridad impiden el libre acceso a ellos por parte de los no residentes. Estos nuevos emprendimientos urbanos han sido diseñados con la intención de proveer seguridad a sus residentes y prevenir la entrada de personas desconocidas a los mismos. La privatización del espacio urbano, anteriormente público, es lo que los distingue como nuevo fenómeno residencial urbano. Esta privatización se encuentra avalada por legislación ad-hoc.
La mayoría de ellos está situada en las áreas suburbanas, donde hay tierra disponible para la realización de este tipo de emprendimientos. Esto ha generado un importante cambio en los patrones de uso del suelo urbano, ya que anteriormente eran los barrios construidos con subsidios estatales, destinados a los grupos sociales de menores ingresos, los que se ubicaban en la periferia de la ciudad.
Por otra parte, los barrios cerrados generalmente se encuentran ubicados cerca de vías rápidas de circulación para facilitar el desplazamiento desde el lugar de residencia hacia las áreas centrales de la ciudad donde se desarrollan las actividades cotidianas. Asimismo, al estar localizados en zonas periféricas de la ciudad, en muchas ocasiones, los barrios cerrados se encuentran cerca de villas inestables, lo que hace que los contrastes sociales se tornen más evidentes.
Los barrios cerrados no están dirigidos hacia un grupo socioeconómico homogéneo. Sin embargo, en el caso de los países latinoamericanos, generalmente sus residentes pertenecen a los sectores sociales medio-altos y altos y, finalmente, se trata de ambientes bastante homogéneos.
Por otra parte, los barrios cerrados tampoco constituyen un producto homogéneo. La primera gran división que debe realizarse es la que distingue los barrios cerrados, de los countries o clubes de campo y de las chacras. Los primeros son urbanizaciones cerradas, de tamaño variable, cuyo principal rasgo es la vigilancia y seguridad permanente. En algunos casos, pueden existir dependencias de uso colectivo, tales como club-house o instalaciones deportivas (gimnasio, piscina y canchas de tenis), pero ellas no constituyen el elemento esencial de estos conjuntos.
Los clubes de campo se caracterizan, por el contrario, por las destacadas instalaciones deportivas que poseen, convirtiéndose las actividades deportivas (principalmente polo y golf) en un eje esencial de la vida del barrio. En estos casos, el ingreso al barrio y la posibilidad de residir en él no es tan sencillo, ya que debe contarse con la membresía y la aceptación de los demás socios. Además, las expensas y cuotas sociales que deben abonarse hacen que la residencia en estos complejos urbanos sea más costosa en términos financieros que en un barrio privado.
Por último, las chacras son una nueva modalidad relacionada con un estilo de vida menos urbano, en donde se busca tener mayor contacto con la naturaleza y, en consecuencia, los terrenos son lo suficientemente amplios como para poder realizar pequeños cultivos en su interior.
Respecto al tamaño de los lotes, los barrios cerrados difieren en gran medida: aquellos destinados a los sectores medios y medio-altos cuentan con lotes amplios, pero sólo los destinados a los sectores más altos de la sociedad poseen lotes de grandes dimensiones que les permiten diferenciarse de un barrio no cerrado. Sólo en estos últimos puede lograrse un mayor contacto con la naturaleza[2].
Las murallas y los dispositivos de seguridad actúan como símbolos de status y distinción. Según algunos autores, cuanto más segura y cerrada es la propiedad, más alto es el status de la familia que la habita (Caldeira, 2000). Algunas personas deciden vivir en un barrio cerrado porque buscan tener relaciones más cercanas con gente perteneciente al mismo grupo socioeconómico y, además, buscan evitar la heterogeneidad social que suele darse en los barrios "no cerrados", como así también, todo contacto con situaciones de pobreza y extrema miseria, tan usuales actualmente en Latinoamérica.
Los barrios cerrados constituyen un verdadero proyecto inmobiliario de alta rentabilidad. La mayoría es impulsada, dentro del sector privado, por desarrolladores urbanos, quienes normalmente llevan adelante diversos proyectos en diferentes localizaciones dentro de la ciudad destinados a distintos grupos socioeconómicos.
Estos nuevos proyectos residenciales privatizan el espacio público al impedir que las calles y lugares de recreación sean usados libremente por todo aquel que lo desee. Asimismo, los servicios y las regulaciones públicas son reemplazados por servicios brindados por parte de empresas privadas y por reglamentaciones privadas que surgen del accionar de las asociaciones de propietarios o residentes de estos barrios cerrados.
En este sentido, se trata de un nuevo estilo de gobernabilidad y de nuevas formas de control de la vida cotidiana, emanados no ya desde el Estado, sino desde los mismos individuos. Según Lang y Danielsen (1997), una de las paradojas de los barrios cerrados es que ellos promueven no sólo la desregulación por parte del Estado sino que, por otra parte, impulsan la hiperregulación dentro de los límites del barrio. Esto último genera algunos problemas internos en cuanto las reglas no sólo se refieren al diseño de las viviendas y al entorno, sino también al comportamiento individual y social esperado dentro del barrio. Por otra parte, el control sobre el cumplimiento de normas de convivencia y edificación se ve reforzado en algunos casos mediante la creación de tribunales de faltas, conformados por los mismos residentes, que sancionan las infracciones cometidas.
¿Qué es lo nuevo de los barrios cerrados?
Ya hemos mencionado que los barrios cerrados constituyen un nuevo fenómeno urbano. En este sentido, es útil identificar cuáles son los elementos más importantes que los distinguen respecto a otro tipo de emprendimiento residencial. Sus principales rasgos son los siguientes:
- se encuentran rodeados o cercados por muros, puertas y rejas que son barreras físicas;- el acceso a ellos es restricto, impidiendo la entrada de los "no-queridos" (lo que es avalado por la legislación ad-hoc) lo cual hace la segregación social urbana más evidente y visible;- generalmente están ubicados muy próximos a barrios pobres e incluso villas inestables, por lo que las diferencias sociales y la inequidad social se hacen evidentes;- sus habitantes buscan homogeneidad social y un estilo de vida determinado;- constituyen una solución para algunas familias en relación a la inseguridad urbana y la delincuencia; y- privatizan el espacio público.
Causas de la aparición de barrios cerrados
Distintos autores han estudiado las diversas causas del surgimiento de los barrios cerrados en todo el mundo. Entre las principales pueden citarse las siguientes: el aumento de la inseguridad y la violencia urbana y la incapacidad del Estado para asegurar ciertos servicios considerados básicos, como es la seguridad ciudadana; la progresiva desaparición en la ciudad del sentimiento de comunidad; el aumento de la desigualdad social y el acrecentamiento de la brecha entre pobres y ricos, sumado al deseo de lograr status y cierta homogeneidad social por parte de algunos grupos sociales; el deseo de mayor contacto con la naturaleza o de un "estilo de vida diferente" y el impulso, por parte de los desarrolladores urbanos, de una nueva "moda" urbana, influenciada por el "American way of life"
La razón principal por la que han surgido los barrios cerrados es, según diferentes investigadores (Blakely y Zinder, 1997; Caldeira, 2000; Low 2000; Landman, 2000; Carvalho, 1997; Svampa, 2001), el aumento del crimen, el miedo a la violencia y el sentimiento de vulnerabilidad respecto a este problema social. En el caso de Argentina, es evidente que en los últimos años, el "boom" de este tipo de emprendimientos urbanos ha estado totalmente determinado por el aumento de la violencia y la inseguridad urbana.[3]
La privatización de la seguridad es un nuevo elemento en las ciudades (Caldeira, 2000), relacionada no sólo con la aparición de barrios cerrados, sino con la contratación de seguridad privada en bancos, negocios, shopping centers y áreas residenciales. La proliferación de agencias de seguridad en los últimos años muestra que se trata de una actividad no sólo altamente demandada, sino a su vez rentable. Asimismo, la privatización de la seguridad aparece como una respuesta al fracaso del Estado en la provisión de este servicio, cuestionando y desafiando el monopolio del uso legítimo de la fuerza que el Estado poseía anteriormente.
Sin embargo, es necesario mencionar también que la seguridad de los barrios cerrados ha sido violada en varias ocasiones, por lo que se trata más bien de otorgar cierta sensación de seguridad y protección, más que de la efectividad de la seguridad que se brinda. Por otra parte, aún cuando el acceso a los barrios cerrados es más dificultoso y supone el traspaso de mayores dispositivos de seguridad, también estos se convierten en un objeto muy preciado para los delincuentes al concentrar artículos de valor en sus viviendas, sumado al hecho de que una vez traspasado el muro exterior del barrio los dispositivos de seguridad no son complicados e incluso las medidas de seguridad son mínimas (frecuentemente los automóviles tienen las llaves puestas y las viviendas tienen puertas y ventanas abiertas).
Respecto a la pérdida del sentimiento de comunidad en las ciudades, mencionado anteriormente como otra causa, éste se refiere a redes y relaciones sociales desarrolladas en un área geográfica reducida, tal como lo es un barrio. La pérdida de este sentimiento se verifica en el hecho de que las relaciones de vecindad resultan más débiles en la ciudad abierta y las necesidades sociales son satisfechas fuera del grupo local. En este sentido, los desarrolladores urbanos han identificado este problema y han realizado un esfuerzo por enfatizar la posibilidad de lograr relaciones de vecindad más cercanas en los barrios cerrados (Wilson-Doenges, 2000). Estos nuevos emprendimientos urbanos pretenden ser asociados con lo que fue hace algunas décadas atrás el barrio y la vida social y las actividades que en él podían desarrollarse[4].
Sin embargo, según algunos investigadores, el desarrollo de un mayor sentimiento de comunidad no parece ser un valor prioritario para decidir residir en un barrio privado (Blakely y Snyder, 1997). Una posición intermedia respecto a este tema está dada por aquellos autores que reconocen que los barrios cerrados tienen una importante función socializadora (Svampa, 2001), aún cuando no en todos los casos sus residentes estrechan vínculos sociales y afectivos hacia el interior del barrio por el hecho de residir en el mismo lugar, ni realizan actividades sociales comunes[5].
Por otra parte, la desigualdad social e inequidad han sido características de casi todas las sociedades occidentales. Sin embargo, en los últimos años ellas han aumentado drásticamente y se han hecho más evidentes, principalmente en los países en desarrollo, debido a la implementación de políticas neoliberales, cambios en la estructura laboral y el retiro del Estado de sus antiguas funciones relacionadas con educación, salud, vivienda y empleo y las privatizaciones de sus empresas. El tejido social se ha visto no sólo dividido, sino que tiende a una cierta polarización. La brecha entre los ingresos percibidos por los más ricos y los más pobres se acrecienta cada vez más. Los ricos buscan evitar el contacto con la pobreza y así, frecuentemente, se recluyen en barrios cerrados (Thuillier, 2000).
En esta tendencia a la polarización y la división social entre "ganadores" y "perdedores", las clases medias, que en Argentina supieron tener el mayor peso relativo dentro de la estructura social, se debaten ahora entre el polo "de arriba" o el "de abajo". En general, este grupo socioeconómico ha sufrido un progresivo empobrecimiento que lo ha hecho dirigirse hacia el polo inferior de la escala social, tal como lo verifican numerosos estudios (Svampa, 2001; Beccaria, 1993). Sólo algunos "privilegiados" de las clases medias, en su mayoría profesionales y trabajadores del sector privado en cargos gerenciales, han logrado acercarse al polo superior. Para estos grupos de clase media alta, vivir en un barrio cerrado significa lograr mayor status y la posibilidad de estar en contacto con "aquellos a los que se quiere parecer" (Svampa, 2001) y de lograr cierta homogeneidad social dentro del barrio (Low, 2000).
Otra de las causas de la aparición de barrios cerrados se basa en la búsqueda de un nuevo estilo de vida en contacto más cercano con la naturaleza y donde se escape a los peligros de la ciudad abierta. En este sentido, los residentes en los barrios cerrados valoran el hecho de que los niños pueden tener el mismo estilo de vida de barrio que existía hace unos años en la "ciudad abierta", consistente en jugar en la calle con amigos y andar en bicicleta sin temor a ser asaltados. Según otros investigadores, se trata de un estilo de vida más hedonista (Prévot Schapira, 2000) o simplemente de la importación de un estilo de vida propio de la cultura estadounidense: el "American way of " (Thuillier, 2000; Coy y Pöhler, 2002).
Finalmente, como se mencionó anteriormente, los barrios cerrados aparecen también como una "moda" impulsada por los desarrolladores urbanos, guiados por la lógica del mercado y la obtención de mayores beneficios económicos. Por el lado de la demanda se trata también de una inversión inmobiliaria para algunas familias, aún cuando éste no sea el motivo principal de la adquisición de una vivienda en un barrio cerrado.
Este nuevo tipo de emprendimiento urbano representa una solución para cierto grupo social que tiene ingresos altos y exige mayor seguridad y cuya demanda habitacional no se encontraba anteriormente satisfecha. Asimismo, los countries constituyen un producto muy conveniente para aquellos que buscan instalaciones que posibiliten la realización de actividades sociales y deportivas sin salir de los límites del barrio.
Consecuencias sociales y espaciales de los barrios cerrados
Siendo los barrios cerrados un nuevo fenómeno urbano, resulta importante considerar no sólo las causas de su surgimiento, sino también las consecuencias de los mismos en el espacio urbano y en el tejido social.
En lo que respecta al espacio urbano, las principales consecuencias se refieren a la fragmentación del espacio urbano producido, en donde los barrios son fácilmente identificables a partir de la existencia de elementos que marcan claramente los límites de estos barrios: barreras, murallas, cercos de alambre y garitas de seguridad, entre otros.
La privatización del espacio público y su apropiación es uno de los efectos más importantes de los barrios cerrados (Thuillier, 2000; Caldeira, 2000). Ella significa no sólo la apropiación de unos pocos de algo que fuera anteriormente de todos (calles, veredas, plazas), impidiendo el libre acceso a ellos, sino además, la pérdida de significación social de los espacios públicos y el desprecio de todo lo que es público en la ciudad abierta (Caldeira, 2000). Por otra parte, en muchas ocasiones, se localizan en tierra con alta capacidad agrícola, que sin embargo es destinada a la actividad inmobiliaria por ser esta última más rentable para los desarrolladores urbanos.
En contraposición, una consecuencia positiva de la instalación de barrio privados en la periferia de las ciudades es que ellos facilitan la instalación de infraestructura y servicios básicos en la zona circundante. Por otra parte, frecuentemente su localización produce un aumento en el valor del suelo y de las residencias de la zona y, además, impulsan la actividad comercial del área que los rodea.
La creación de empleos que implica este tipo de emprendimientos (jardineros, guardias y servicio doméstico, entre otros) como así también el impulso a la industria de la construcción, la cual tiene grandes efectos multiplicadores en la economía nacional, son consecuencias positivas de los barrios cerrados en la esfera social.
En términos generales, los barrios cerrados benefician a sus residentes brindándoles mayor seguridad y privacidad; a los desarrolladores urbanos, quienes obtienen importantes ganancias económicas; y a aquellos para los que los barrios cerrados constituyen una fuente laboral. Pero, como ya se ha mencionado, perjudican a los ciudadanos en general, privatizando el espacio público, y a los agricultores que desarrollaban actividades en esa zona. Asimismo, constituyen una solución individual a un problema social, sin actuar sobre sus causas, sino sobre sus efectos.
El análisis de los efectos de los barrios cerrados realizados por varios investigadores ha puesto en evidencia que estos no brindan total seguridad, no se desarrolla ningún sentimiento de comunidad, tal como es promovido por algunos desarrolladores urbanos, ni hay importantes cambios en el estilo de vida de sus residentes. Según han demostrado Blakely y Snyder (1997), las barreras no proporcionan mayor seguridad y no se ha producido una disminución de la tasa de delincuencia a partir del surgimiento de barrios cerrados. Sin embargo, sí se ha verificado un menor sentimiento de inseguridad por parte de los habitantes de estos nuevos emprendimientos urbanos. De esta forma, "la seguridad es un sentimiento y no un hecho"[6]. En consecuencia, los residentes admiten que si se vieran en la necesidad de cambiar su lugar de residencia, volverían a elegir un barrio cerrado, aún cuando el tema de la seguridad no haya sido una de las razones para haber tomado anteriormente la decisión de residir en uno de ellos (Low; Blakely y Snyder; Lang y Danielsen). Por otra parte, Blakely y Snyder concluyen de sus investigaciones sobre lo que ocurre en Estados Unidos que el sentimiento de comunidad de los habitantes de un barrio privado era similar al de los habitantes de un barrio no privado, sin existir diferencias por el hecho de vivir cercados.
Entre sus efectos sociales más negativos se encuentra el tema de la segregación social que ellos generan al constituir enclaves exclusivos que se aíslan de la ciudad y transforman barreras físicas en barreras sociales. Las puertas, barreras y dispositivos de seguridad refuerzan la segregación social urbana y establecen claramente la división entre "los de adentro" y "los de afuera". Este es el efecto más importante en el tejido social. Además, tiene implícito un cierto sentimiento de intolerancia (Caldeira, 2000) hacia la ciudad abierta y los problemas sociales que se dan en ella. Entonces, si bien los barrios cerrados son un caso extremo de segregación social urbana, donde las diferencias sociales entre el afuera y el adentro no pueden obviarse, cabe preguntarse ¿en qué medida ellos también refuerzan esta segregación al no tener vinculaciones con las áreas circundantes? Y, en este sentido, ¿hasta qué punto los barrios cerrados pueden aislarse por completo de la ciudad abierta? Y, por lo tanto, ¿en qué medida estos conjuntos residenciales pueden ser autosuficientes?
Asimismo, los barrios cerrados tienen grandes efectos en la vida de sus habitantes, pero principalmente en el caso de los niños que son criados dentro de ellos. Por un lado, los niños desarrollan una percepción muy fuerte entre "los de afuera" y "los de adentro" y las diferencias sociales implícitas en esta división (Lang y Danielsen, 1997). Por otra parte, en ocasiones se les hace difícil entender otras realidades sociales diferentes a las propias, ya que tienen escaso contacto con ellas. Además, los niños que pasan mucho tiempo dentro de los límites del barrio llegan a desarrollar una suerte de agorafobia, resultándoles imposible transitar por la ciudad abierta (Svampa, 2001).
Dentro del barrio privado, al tener mayor seguridad, los niños tienen más libertad para jugar en la calle, sin preocupar a sus padres. Sin embargo, muchos desarrollan trastornos de conducta como consecuencia de cierta falta de límites, llegando a casos extremos de vandalismo infantil (Svampa, 2001). La supuesta inexistencia de peligros dentro de los límites del barrio lleva en algunos casos a un alto grado de desentendimiento por parte de algunos padres de las actividades recreativas de sus hijos y a un debilitamiento del control sobre los niños. En ocasiones, son los propios guardias de seguridad quienes deben hacerse cargo del cuidado de los niños y del control del cumplimiento de normas básicas como lo son las velocidades en los que circulan los niños en automóviles o cuatriciclos.
En cuanto a las relaciones sociales existentes dentro del barrio, estas varían en gran medida. En algunos casos, se forman grupos de amigos (en todos los grupos etáreos) y en otros las relaciones son sólo superficiales y los amigos se encuentran fuera del barrio privado. Pero la segregación social se hace más evidente en la medida en que los residentes de los barrios cerrados tienen escasa o nula relación con los vecinos de los barrios de los alrededores.
El proceso de segregación social urbana
La desigualdad social, referida a la existencia de profundas e injustas diferencias entre los distintos grupos socioeconómicos en cuanto al acceso a recursos y oportunidades, es una de las características de las sociedades capitalistas. Ella conduce a una situación de fragmentación social, entendida como divisiones en el tejido social y el debilitamiento e incluso desaparición de lazos sociales entre los diversos grupos socioeconómicos, como así también una escasa movilidad social.
La segregación residencial es uno de los resultados de este proceso de fragmentación social urbana. Según Marcuse y van Kempen (2000), las divisiones entre los diferentes barrios, estando cada uno de ellos más aislado de sus alrededores, y la tendencia a que cada barrio satisfaga sus necesidades cotidianas dentro de sus propios límites, son dos de las características que exhiben hoy las ciudades.
Sin embargo, el fenómeno de la segregación no es nuevo; por el contrario, ella es inherente a la historia de las ciudades. La segregación social urbana puede entenderse como la separación espacial de los diferentes grupos sociales en una ciudad o un área geográfica de acuerdo a diferencias étnicas, religiosas, de ingresos, etc. De esta forma, es posible visualizar en una ciudad los diferentes barrios donde cada grupo social tiene su propio espacio determinado. En el caso de la segregación basada en diferencias de ingresos, las relaciones de poder y subordinación se tornan evidentes. Los grupos de altos ingresos tienen la posibilidad de elegir su localización residencial, mientras los grupos más empobrecidos son segregados en las zonas más desfavorecidas.
Los barrios cerrados constituyen un caso extremo de segregación social urbana, al ser ésta explícita y evidente. Los dispositivos de seguridad se convierten no sólo en barreras físicas, sino también sociales, estableciendo claramente los límites y las diferencias existentes en el tejido social. En este sentido, lo nuevo de la segregación social urbana es su intensidad, visibilidad y explicitud.
Causas y consecuencias de la segregación social
Los cambios ocurridos en la economía y en la estructura ocupacional han llevado a modificaciones en la estructura social, manifestándose estas últimas en la estructura espacial de la ciudad. Como ya se mencionó, la segregación es resultado de la desigualdad social existente en las ciudades. Ella no sólo está basada en diferencias de ingresos, sino también en diferencias culturales, religiosas, étnicas o educativas, que llevan a diferentes estilos de vida.
En este sentido, un punto interesante para considerar y debatir es hasta qué punto la segregación es un fenómeno voluntario. Es decir, en el caso de las personas que residen en un barrio cerrado, se trata de una autosegregación en la medida en que ellos son los que deciden segregarse (aun cuando argumenten que no es lo que quisieran y que no querrían estar encerrados). Así, las elecciones, expectativas y ambiciones de los individuos llevan a un proceso de segregación voluntario. O, por el contrario, podría considerarse que son los residentes en barrios cerrados los que segregan al resto de la población excluyéndola de los beneficios que ellos poseen. Así, parecería que la pregunta que cabe formular es: ¿quién segrega a quién?
Por otra parte, el Estado también contribuye a fomentar este proceso de segregación mediante la permisión del desarrollo de este tipo de emprendimientos privados y mediante la legislación vigente. Asimismo, el no satisfacer la demanda ciudadana de seguridad en la ciudad, lleva a que aquellos "privilegiados" que pueden satisfacer esta necesidad por sus propios medios (contratación de seguridad privada o residencia en un barrio cerrado con seguridad las 24 horas) lo hagan, aún cuando sea una solución individualista que no modifica las causas del problema.
Por lo tanto, el proceso de segregación social urbana se ve ocasionado no sólo por causas estructurales (aumento de la desigualdad social, aumento de la pobreza y la violencia urbana, escasa acción estatal para disminuir los hechos delictivos, etc.) sino también por causas relativas a los actores sociales, quienes toman la decisión de segregarse en un barrio privado (o de segregar a los demás). Debido a esto, muchos autores señalan que los barrios cerrados constituyen un tipo especial de segregación: la autosegregación (Carvalho; Prévôt Schapira; Svampa; Coy y Pöhler). En este sentido, si bien los barrios cerrados son una consecuencia extrema del proceso de segregación urbana, es necesario preguntarse si a su vez son ellos mismos los que generan mayor segregación al hacerla más evidente a partir de las barreras y dispositivos de seguridad que impiden el libre acceso y explicitan las diferencias sociales. Aún cuando algunos investigadores opinan que la segregación puede tener efectos positivos al reforzar lazos sociales y de pertenencia dentro de un grupo (Boal, 2001), las consecuencias negativas de este fenómeno son más evidentes y más peligrosas en términos de la trama social. La segregación endurece las diferencias y divisiones sociales. El aislamiento social, geográfico y económico reduce las oportunidades laborales y aumenta la vulnerabilidad social. No sólo se trata de una separación o aislamiento de otros miembros y grupos de la sociedad, sino también de recursos y servicios (empleos, servicios sociales, infraestructura, etc.) y en este sentido, la segregación espacial puede conducir a la exclusión social

martes, 12 de mayo de 2009

 Mapa Mundo Real de Arno Peters El cartógrafo alemán Arno Peters presento en 1974 su mapa, el cual en vez de seguir la tradición del creado por su colega belga Gerardus Mercator en 1570 (que se utiliza hasta el día de hoy), muestra un mundo proyectado por los kilómetros cuadrados reales de cada territorio y no por su poder político o económico. El  resultado es sorprendente. El Ministerio de Educación chileno, copiando al australiano, propone presentar un mapa donde el Sur este arriba y el Norte abajo. Esta es buena idea, considerando que una esfera en el espacio  no tiene porque ser vista desde un ángulo determinado. Sin embargo, fuera de lo atrevido y novedoso del proyecto, no enfrenta el objetivo principal: La irrealidad de un mapa creado hace 450 años. Creado para disminuir la importancia del “Nuevo Mundo” y agrandar la importancia de Europa, que se convertiría en el gran colonizador de América, África y Asia. Si sus enemigos hubieran tenido acceso a este mapa, se habrían percatado de lo insignificante del tamaño de sus agresores. Al ver Europa grande y poderosa, ubicada en el centro de la Tierra, era factible pensar que gozaba de ese privilegio por algún mandato divino, hasta el siglo XVII la Tierra era el centro del Universo.  Cinco siglos después insistir en mostrar el mundo con esa desproporción es ínutil. No podemos seguir con estas confusiones y menos pensar en educar a nuestros niños con errores convertidos en dogmas como es la ubicación del Ecuador en la tercera parte del mapa. Se entiende la razón de ignorar este mapa por 30 años, las razones de los G7, pero nuestros pueblos Latinoamericanos no pueden seguir viendo el mundo de una forma tan peyorativa.

Imagen del mundo de Gerardus Mercator (1570), el mapa que todos conocemos y aprendemos, definido por los intereses geopoliticos: Europa el centro del mundo en un Norte mas grande que el Sur.                                          

Imagen del mundo de Peters, que nadie conoce ni aprende, definido por las proporciones reales: donde el Ecuador esta en la mitad del plano, como corresponde y los paises son proyectados con sus kilometros en una escala real, sin desproporciones. 

lunes, 11 de mayo de 2009

Clima de America

Clima y vegetación.

 Al conjugarse diversos factores como estar limitados por los dos más grandes océanos, que cuentan con corrientes marinas cálidas y frías, la extensión de su territorio en el sentido de la latitud, así como la existencia de largas cadenas montañosas, el continente americano presenta una gran variedad de climas y especies vegetales.

De acuerdo con la clasificación de Köppen, en América encontramos todos los tipos fundamentales del clima, como se indican a continuación:

• Clima tropical húmedo lluvias todo el año (Af). Se localiza en las regiones ecuatoriales y lugares cercanos a ellas, como la cuenca del río Amazonas. A este clima le corresponde el tipo de vegetación de selva.

La vida animal esta representada por los pájaros de brillantes colores, mariposas muy diversas, monos de todas clases, reptiles, jaguares y gran variedad de insectos.

• Clima tropical con lluvias de verano (Aw). Se distribuye principalmente en las llanuras del Orinoco y el sur de Brasil. La temperatura en esta zona climática de América es elevada, pero su humedad disminuye paulatinamente conformo no alejarnos de la selva ecuatorial.

Hay una combinación de periodos de lluvia con sequía, condiciones que caracterizan a la sabana americana. Aquí la vegetación herbácea se caracteriza por la presencia de altas gramíneas. En las costas de esta zona tropical prosperan amplios terrenos de manglares y palmeras.

En los lugares poco poblados, la fauna silvestre, esta representada por especies de carnívoros como los jaguares y los pumas; por pequeños herbívoros, como los conejos y las liebres. Cerca de las porciones habitadas prospera la cría de ganado vacuno, cabrío, porcino y lanar.

• Clima tropical con lluvias de monzón en verano (Am). Abarca zonas de las costas del Golfo de México y noroeste de Brasil, en donde es importante la acción de los ciclones tropicales, que aumentan la precipitación en verano. Su vegetación natural es el bosque tropical.

• Climas seco estepario (BS) y seco desértico (BW). Se distribuyen en el norte, el noroeste y Baja California, en México; los Grandes Llanos y el suroeste de los Estados Unidos; las costas de Perú y el norte de Chile; además las llanuras de la Patagonia. La característica vegetación herbácea y la pobreza de los árboles se deben a la escasez de las lluvias.

Donde la sequía se acentúa más, la vegetación es xerófilas o no existe. Como su flora es escasa, la fauna de las zonas con clima desértico en América se compone generalmente de reptiles y pequeños roedores. En las comarcas de climas esteparios prospera la fauna doméstica. Grandes rebaños de ganado bovino, lanar y caballar se alimentan de vegetación herbácea de estas áreas.

• Clima templado con lluvias en verano (Cf). Está diferenciado por una abundante lluvia monzónica en verano causada por los vientos húmedos del este o por ciclones tropicales. Se encuentra distribuido en el sureste de Estados Unidos, sur de Brasil y la cuenca del río Paraná. Corresponde a este clima una vegetación de bosques y una fauna doméstica.

• Clima templado con lluvias de convección en verano (Cw). Es el clima característico de las mesetas que se encuentran al sur de la Altiplanicie Mexicana. Se distribuye en la Altiplanicie Mexicana, en las regiones montañosas de América Central y en los Andes Sudamericanos. Presenta vegetación herbácea. Corresponde a este clima una vegetación herbácea, conocida como estepa tropical.

• Clima templado con lluvias en invierno (Cs). De tipo mediterráneo, se localiza en porciones de las costas del Pacífico, al suroeste de Estados Unidos, al noroeste de México y el centro de Chile. Su vegetación de matorrales y herbácea, es la característica de las zonas mediterráneas del globo. El terreno de estos lugares es favorable para el cultivo del olivo, la vid, cítricos y la palmera datilera.

• Clima templado con lluvias todo el año (Cf). Corresponde a casi todo Alaska, porciones del noroeste de Estados Unidos, al sur de los Grandes Lagos y a las costas del occidente de Canadá. Su flora se compone de bosques que alternan con árboles de hojas caducas y coníferas.

• Clima frío con lluvias todo el año (Df). Clima del centro de Canadá y el extremo del sur de  Chile. La flora característica de esta zona es de bosque de coníferas.

• Clima polar de Tundra (ET). Es el clima propio de las altas latitudes, donde las temperaturas son muy frías durante todo el año. Se localiza en el norte de Canadá, costas de Alaska, norte de Groenlandia y el extremo sur de las costas de Chile. Por las condiciones del clima el suelo se cubre de hielo durante la mayor parte del año y evita el desarrollo de la vegetación general. La flora se compone sólo de líquenes, musgos y coníferas muy pequeñas.

• Clima polar de alta montaña (EB). Con las características de los climas polares de tundra y de hielos perpetuos, debido a la altitud, se halla en las regiones elevadas de las Rocallosas, las Sierras Madres y de los Andes.

 

 

Relieve de America

Relieve

Podemos integrar todas las formas del relieve en tres estructuras básicas. Las llanuras sedimentarias, las llanuras de rocas metamórficas y las montañas. Cada una de ellas tiene sus formas de relieve asociadas.

Las llanuras sedimentarias se desarrollan sobre grandes cuencas en la que se han depositado sedimentos a lo largo de los siglos. Son los lugares a los que van a parar todos los materiales arrancados y transportados por la erosión. Para que estos permanezcan ahí deben de tener un sustrato de rocas metamórficas hundido y cerrado. A este sustrato se le llama cubeta. Es sobre esta cubeta sobre la que se crean las grandes llanuras de arcilla y caliza. Su forma concreta dependerá de las características del relieve tabular. El peso de los materiales sedimentados provoca movimientos epirogénicos de carácter descendente. Sobre este tipo de llanuras aparecen grandes sistemas fluviales: Amazonas, Paraná, Congo, Duero. Existen dos tipos de cuencas sedimentarias, las de origen precámbrico, muy antiguas, muy grandes y situadas en torno al ecuador y los polos; y las de origen caledoniano y herciniano, más modernas, más pequeñas y situadas en las latitudes medias.

Las llanuras sobre rocas metamórficas se llaman escudos (de origen precámbrico, grandes y situados en torno al ecuador y los polos) y macizos antiguos (origen caledoniano y herciniano, más pequeñas y situados en las latitudes medias). También están formadas por plataformas, pero a diferencia de las cuencas sedimentarias, son superficies de erosión puestas en resalte. Es decir, si la cuenca sedimentaria es la parte de la plataforma en la que se acumulan los sedimentos, los escudos y los macizos antiguos es la parte de la que se desprenden. Los escudos abarcan la mayor parte de los grandes continentes. Escudos y macizos antiguos presentan los restos de las antiguas montañas erosionadas. Es posible que algunos de ellos haya sufrido un rejuvenecimiento durante la orogenia alpina, por lo que pueden estar, de nuevo, en resalte. Sobre estas estructuras se desarrolla el relieve sobre rocas metamórficas y el relieve apalachense.

Las montañas se presentan en grandes cadenas de plegamiento. Las montañas aparecen por el plegamiento o la fractura de los materiales sedimentarios, o las rocas metamórficas. Presentan un gran variedad geológica y de formas. Se distinguen dos tipos de cadenas de plegamiento: las simples y las compuestas.

Las cadenas de plegamiento simples presentan pliegues de poca potencia, dispuestos rítmicamente, y con un paralelismo muy acusado. En general, se disponen en torno a las cadenas de plegamiento compuestas. Sobre ellas se desarrollan relieves plegados jurásicos (directos o invertidos) y apalachenses.

Las cadenas de plegamiento compuestas presentan pliegues complejos, con mantos de corrimiento y fracturas, propios del relieve alpino. Tienen un aspecto caótico y muy variado. Los empujes han sido tan fuertes que algunas de las fallas que se crean pueden mostrar restos de vulcanismo. En el eje central de estas cadenas aparece un relieve fracturado con grandes bloques elevados y hundidos. Normalmente se encuentran en la zona más alta de las grandes cadenas montañosas.

 

El medio físico.

 El relieve de América ofrece un panorama variado, constituido por grandes cadenas montañosas que generalmente se extienden paralelamente a los litorales del Pacífico y del Atlántico, amplias llanuras que ocupan la porción central del continente y mesetas, altas y bajas, limitadas por cordilleras.

Hidrografía: América tiene costas hacia el oeste con el Océano Pacífico, lo que le proporciona comunicación con Asia y Oceanía; al este con el Océano Atlántico, que le sirve de enlace con Europa y África. Precisamente, tres regiones de este océano forman lo que es conocido con el nombre de Mediterráneo Americano: el Golfo de México, el mar de las Antillas y el mar Caribe.

El Golfo de México es poco profundo en todas las regiones cercanas al litoral, pero tiene una gran fosa tectónica en el centro y, a expensas de él, se han ido formando por levantamiento tierras de la llanura costera del propio Golfo. Tiene dos accesos: por el estrecho de la Florida, entre la península de este nombre y Cuba, y por el estrecho de Yucatán, entre la mencionada isla y el elemento peninsular yucateco. Ocupa una superficie de 1.600.000 km2.

El mar de las Antillas se extiende entre las costas orientales de la península de Yucatán, las septentrionales de Honduras y de Jamaica, las occidentales de Haití y las meridionales de Cuba. Es una depresión formada por plegamientos del terciario, y una de sus zonas, la hoya de Bartlett, tiene grandes profundidades. Su extensión es de 450.000 km2. Con una extensión de 1.490.000 km2, el mar Caribe se encuentra entre las islas Jamaica, Haití y Puerto Rico, al norte; las Antillas Menores, al este; las costas septentrionales de Sudamérica, al sur, y las costas orientales de la América Central, al oeste. Se trata de un mar muy antiguo y, muy distinto a los dos anteriores. Se encuentra al sur de las prolongaciones orientales de los plegamientos modernos de Norteamérica, y al norte de los plegamientos, también orientales y modernos, de Sudamérica. Sus límites, al oriente (insular) y al occidente (ístmico), lo constituyen zonas volcánicas terciarias y cuaternarias. Humboldt denominó Andes Americanos a todo el sistema de sierras del oeste de América, que van desde el estrecho de Behring, hasta Tierra de Fuego. Para dar una idea precisa de lo que representa el diverso y extraordinario relieve de América, es conveniente dividirlo en América del Norte, América Central y América del Sur. Los elementos principales de este gran sistema montañoso son las Rocallosas de Norteamérica, las Sierras Madres mexicanas, las montañas centroamericanas, las Antillanas y los Andes Sudamericanos.

Montañas Rocallosas. Se integran de tres elementos del relieve de América del Norte que son los siguientes: Montañas Rocallosas, propiamente dichas; Sierras Cercanas al Océano pacífico; y las mesetas intermontanas, entre las dos cadenas anteriores. Las montañas Rocallosas comprenden diversas sierras que comienzan en Alaska, en donde reciben el nombre de Endicott, y en Canadá septentrional donde son conocidas como Mackenzie; continúan más al sur con las Rocallosas canadienses y estadounidenses y, por último, con las montañas de Transpecos. Estas sierras son principalmente de plegamiento, aunque las Rocallosas propiamente dichas están cubiertas en algunas regiones de lava y toba volcánica modernas.

En medio de las sierras cercanas al Océano Pacífico, pueden mencionarse la Sierra de Alaska, la Sierra Costera de Columbia Británica, en Canadá, y las sierras Cascada y Nevada en Estados Unidos, en las cuales predominan las rocas volcánicas de erupciones modernas y batolitos.

Entre las dos cadenas montañosas se encuentra una serie de mesetas intermontanas que son, de norte a sur, la del río Yukón, las de los ríos Fraser y Columbia y las del río Colorado, que en parte es conocida también con el nombre de Gran Cuenca y con el de Región Cuencas y Sierras.

La meseta del Yukón está formada por rocas sedimentarias antiguas y por la llanura fluvial cuaternaria de ese río; las mesetas del Fraser y del Columbia tienen grandes extensiones cubiertas por lava volcánica moderna, y la Gran Cuenca presenta una cubierta superficial en la que predominan terrenos producidos por las condiciones desérticas del cuaternario.

Sierras Madres. Este nombre es el que tradicionalmente se aplica en México a las principales cadenas montañosas, representadas por los elementos mencionados a continuación:

Las montañas de plegamiento con batolitos, y algunas rocas eruptivas que se han descrito como Sierras Cercanas al Océano Pacífico de Norteamérica, se continúan en las Sierras de Baja California, la Sierra Madre del Sur y la Sierra Madre de Chiapas.

Las Montañas Rocallosas, el elemento principal del relieve de Norteamérica, tiene su prolongación en la Sierra Madre Occidental, los plegamientos que atraviesan México septentrional, a la altura del paralelo 20° N, la Sierra Madre Oriental, la Sierra Volcánica Transversal, así como en las mesetas y Sierras del Norte de Chiapas.

Entre estos elementos montañosos principales se encuentra una serie de depresiones intermontanas como la depresión que conforma el Golfo de California, la Depresión del Río Balsas, la depresión que corresponde a los ríos Tehuacán y Tomellín y, por último, la Depresión Central de Chiapas. En estas depresiones son frecuentes las rocas cuaternarias (llanuras costeras de Sonora y Sinaloa), aunque también se hallan rocas sedimentarias de otras épocas (depresión del Balsas y depresión central de Chiapas) y, algunas veces, lava volcánica moderna (depresión del Balsas).

Las montañas centroamericanas y antillanas. En América Central y las Antillas las montañas son de dos tipos principales:

• Montañas de plegamiento, que son la continuación de las Rocallosas y Sierras Madres.

• Montañas formadas por edificios volcánicos.

Son montañas de plegamiento, compuestas principalmente de rocas de magma, las que se sitúan al este de la Sierra Madre de Chiapas, los Altos de Guatemala y las Sierras septentrionales de Honduras y de Nicaragua, y las montañas de Jamaica y del suroeste de Haití.

Las montañas de plegamiento, que son continuación de la Sierra Septentrional de Chiapas, como las montañas guatemaltecas situadas al norte del lago Izabal, la sierra de Cockscomb, en Belice; la Sierra Maestra del oriente de Cuba, las montañas del noroeste de Haití, las Sierras Centrales de Santo Domingo y de Puerto Rico y las Islas Vírgenes.

Entre estos dos elementos se encuentra una serie de sinclinorios: la depresión del lago Izabal, la Gran Hoya de Bartlett, entre Cuba y Jamaica; el Golfo de Gonaives, en el oeste de Haití, y la depresión de Enriquillo, en Santo Domingo.

Del segundo tipo son los elementos que a continuación se señalan:

• La Sierra Volcánica que comienza al sur de Guatemala y se prolonga cerca del Océano Pacífico hasta el istmo de Panamá.

• El archipiélago de islas volcánicas que se extiende entre las islas Vírgenes y la isla de Trinidad, pero que excluye a estos elementos insulares.

Entre las montañas del norte de Honduras y de Nicaragua, de un lado, y la Sierra Volcánica de Nicaragua y Costa Rica, del otro, se encuentra la depresión de los lagos Nicaragua y Managua.

Andes Sudamericanos Esta gran cordillera está formada por plegamientos que atraviesan de Sur a Norte toda América del Sur, en regiones cercanas al Océano Pacífico. A estos plegamientos los cubren en algunas regiones grandes capas de lava y toba volcánica, o edificios volcánicos, todos modernos, en los que predomina la andesita, es decir, una roca menos básica que el basalto.

En Chile y Argentina, los Andes constituyen una gran cordillera principal, en Perú y Bolivia existen dos grandes cordilleras, una oriental y otra occidental, entre las cuales se encuentra la Altiplanicie peruano boliviana, que está formada por mesetas interiores de rellenamiento lacustre, como la del lago Titicaca, por ejemplo.

En Ecuador también los Andes forman un gran macizo de montañas semejantes al de Chile, pero limitado al este y al oeste del país por dos sistemas montañosos.

En Colombia, los Andes se dividen en tres cordilleras: la oriental, la central y la occidental, entre las cuales se extienden depresiones y llanuras fluviales, sobre las que corren los ríos Magdalena y Cauca. En Venezuela, los Andes ya orientados de este a oeste, como ocurre en Centroamérica con las montañas de Guatemala, Honduras y Nicaragua, se prolongan a lo largo de toda la costa septentrional hasta quedar sumergidos y formar, más adelante, la isla Trinidad.

Las montañas antiguas: Entre las montañas antiguas de América pueden mencionarse las Montañas Apalaches en Norteamérica; así como el macizo montañoso de la Guayana y el macizo montañoso de Brasil, en Sudamérica.

Los Apalaches. Se extienden desde cerca de la costa del Golfo de México, al norte de la Florida, hasta la isla de Terranova, atravesando el este de los Estados Unidos y una pequeña zona del orienta de Canadá. Se formaron durante la revolución geológica Apalachiana, a fines del Paleozoico, época en que debieron tener una gran elevación. Incluyen las montañas Apalaches propiamente dichas, al centro, las mesetas apalachianas, de denudación o desgaste, al oeste, y las mesetas de piedemonte, al este.

Las montañas de la Guayana. Constituyen un gran macizo que se extiende de este a oeste entre las cuencas de los ríos Orinoco, al noroeste, y Amazonas, al sur.

Las montañas de Brasil. Al sur del río Amazonas, ocupando extensas regiones del centro y oriente de Brasil, se encuentran las regiones elevadas que reciben el nombre de macizo de Brasil donde, como en Norteamérica, predominan las rocas azoicas, proterozoicas y paleozoicas; pero en la región sur de las montañas se encuentra una extensa área de mesetas o llanuras cubiertas de lava o toba volcánica moderna.

Por la naturaleza de sus rocas, el Macizo de Brasil puede considerarse como formado por montañas magmáticas antiguas. Sin embargo, en algunas regiones de este macizo existen mesetas interiores que son principalmente de denudación o desgaste, y en su región noreste está atravesado, de sur a norte, por la importante cuenca del río San Francisco.

Llanuras y mesetas centrales. Entre los elementos montañosos americanos se encuentra una serie de llanuras y mesetas, entre las cuales son más destacadas el Escudo Canadiense, la Llanura del Misisipi, las Grandes Llanuras del Oeste y la Altiplanicie Mexicana, que se ubican en Norteamérica; los Llanos del Orinoco, las Llanuras del Amazonas, el Chaco, la Pampa, la Patagonia, en Sudamérica.

El Escudo Canadiense. Se extiende por casi todo el norte y este de Canadá y recibe el nombre de escudo por la forma del relieve de la región, que se asemeja a un escudo de guerra. Es una región formada por masas magmáticas y metamórficas antiguas en casi toda su extensión, excepto en sus bordes, donde existen rocas sedimentarias paleozoicas.

La presencia de rocas tan antiguas, como las azoicas, proterozoicas y paleozoicas, se explica por el hecho de que es una región de la Tierra que ha estado durante mucho tiempo por encima del nivel del mar y, como consecuencia de ello, ha sufrido una intensa denudación.

Esta región estuvo cubierta de hielo durante el Pleistoceno, por lo cual, a lo largo de los límites glaciares continentales de la época, se formaron numerosos lagos y grandes ríos. Entre estos pueden mencionarse los Grandes Lagos: Superior, Michigan, Hurón, Erie y Ontario, ubicados entre los límites de Canadá y Estados Unidos. Los lagos Grande de Osos, Grande de Esclavos y el Athabasca, que desaguan en el río Mackenzie; el lago Winnipeg, que afluye en el río Nelson. Además otros lagos que desaguan en el río Churchill.

Grandes Llanuras. Es el nombre genérico de una región regada por tributarios de los ríos Mackenzie, Churchill, Nelson y Misisipi, que abarca el sur y el centro de Canadá, así como el este de estados Unidos, que está integrada de mesetas poco elevadas de piedemonte y compuestas principalmente de rocas del mesozoico y del terciario que ha sufrido escasa denudación debido al clima seco.

Llanuras del Misisipi. Se ubican al sur de los Grandes Lagos, al oeste de las montañas Apalaches y al este de los Grandes Llanos. Es una región de planicies bajas, denudada por afluentes del río Misisipi, formadas por rocas sedimentarias de diversos periodos; pero a lo largo del río y en su delta tiene extensas llanuras fluviales de sedimentos del cuaternario.

Altiplanicie Mexicana. Se considera la continuación de las Grandes Llanuras. Al igual que estas, está formada por rocas del Mesozoico, pero presenta rocas del cuaternario, debido a que está compuesta de mesetas altas de sedimentación o rellenamiento. Como límite entre las grandes Llanuras y la altiplanicie Mexicana está el río Bravo, cuyo principal afluente mexicano es el río Conchos.

Llanos del Orinoco. Limitan al norte con los Andes Venezolanos, al oeste con la Cordillera Andina Oriental, de Colombia, y al sur por el Macizo de Guayana. Son de denudación, excepto a lo largo del río Orinoco y su delta, en donde las llanuras son fluviales.

Llanuras del Amazonas. Se encuentran entre las montañas de la Guayana, las de Brasil y los Andes y están formadas por rocas sedimentarias de diversas épocas, con predominio de los materiales terciarios en toda la zona occidental, que es de denudación. Por el contrario, a lo largo del Amazonas y sus afluentes, así como del delta mismo, son extensas las llanuras fluviales sedimentarias del cuaternario.

El Chaco y la Pampa. Entre las montañas del Brasil, que se encuentran al norte y este, y los Andes, situados al oeste, se localizan extensas regiones de llanuras, como el Chaco y la Pampa. Estas llanuras son casi todas de piedemonte y están formadas principalmente de sedimentos del cuaternario. A lo largo de esta región corre el gran río Paraná, con numerosos afluentes. En estos ríos se han formado las correspondientes llanuras fluviales.

Patagonia. Al sur de la Pampa, y limitada con el Océano Atlántico al este, y al oeste con los Andes, se encuentran las llanuras de la Patagonia. Es una llanura costera de levantamiento formada principalmente de sedimentos cuaternarios, que en parte corresponden al clima seco. En el extremo sur de la Patagonia y en la isla de Tierra de Fuego las llanuras son glaciales.

Llanura Costera Noratlántica. Al este de Estados Unidos y bordeando todo el Golfo de México, se encuentra la extensa Llanura Costera Noratlántica. Son tierras que comenzaron a levantarse en el mesozoico, que continuaron levantándose durante el terciario y que aún en el cuaternario han sufrido un proceso de elevación.

En las regiones continentales de esta zona se encuentran dispuestas desde el exterior al interior y en forma concéntrica, rocas del mesozoico, terciario y cuaternario, todas de origen marino principalmente y, sólo en la desembocadura de los grandes ríos (Misisipi, Papaloapan, Coatzacoalcos, Grijalva y Usumacinta) predominan las llanuras fluviales sedimentarias del cuaternario.

En las penínsulas de Florida y Yucatán, así como en las regiones centrales y occidentales de Cuba, se presentan grandes extensiones de karst.

Llanuras Costeras del Pacífico. A lo largo de la costa del Océano pacífico existen pocas extensiones de llanuras costeras. En estas llanuras son frecuentes los sedimentos del cuaternario, excepto en el norte de Chile, Perú y la costa occidental de Baja California, donde los terrenos cuaternarios son propios de clima seco.

En Canadá tienen una prolongación en la isla de Vancouver y en el archipiélago de la Reina Carlota; así como en el sur de Chile, en la isla de Chiloé y en el archipiélago de los Chonos.